Hay dos días en los que nunca pienso: ayer y mañana.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Año nuevo, vida nueva


Y termina otro año más. Otro que pasa cada vez más y más rápido. No sé qué balance podría hacer de este año. Ha habido muchas sonrisas e ilusión, abrazos, detalles, flores, viajes pero también mucho llanto y dolor. Ha sido un año lleno de cambios. Corte a la melena, hacerse dos tatuajes, viajar a Madrid y conocer a gente especial, viajar a Londres y encontrar un lugar donde decir: aquí me quiero quedar, tener que dejar de estudiar y el conservatorio, cambiar de vida, abrirse y querer más.

Es cierto que ha habido demasiadas lágrimas pero es una cosa en la que no quiero volver a pensar. Quiero hacer un smiley day otra vez y que esté en repetición continua. Quiero cantar al mundo todas esas cosas que no me he atrevido a decir, quiero regalar todas esas sonrisas que no he tenido yo durante momentos difíciles.

Quiero dar gracias a mi madre y a mi tía por ayudarme tanto. Sé que si hoy soy más fuerte es gracias a ellas. Sé que si he contado cosas ha sido gracias a la confianza y la tranquilidad que me han transmitido. A Laura por demostrarme que está siempre ahí, para cualquier cosa. Por sacarme aunque no quisiera, por hacerme hablar, por hacerme abrir y sacar todo eso que me estaba destruyendo por dentro y por fuera. A Nuria por hacerme pasar unas clases más amenas, por seguir con ilusión el día a día, por viajar lejos y con un sol mortífero en bicicleta. A Marta por entenderme mejor que nadie, por saber qué hay, por cantar conmigo las canciones de Pocahontas y acompañarme todos los días y las noches. A Judit por ser tan mágica, por compartir esa magia que lleva dentro. A Marina por estar más cerca que nunca. A Sara por aconsejarme sobre cualquier cosa, por enfadarse o echarme bronca si hacía algo mal. A Ana por confiar en mí y contarme cualquier cosa. A mi doctora por ayudarme a dar un paso hacia una vida llena de sonrisas, una vida donde dejar apartada la tristeza. A Toni por reírse de mí por quitarme el sitio y hacerme enfadar. A ti que fuiste charming durante un tiempo largo. A ti pajarito, por escucharme, por seguir aguantándome, por mantenerme con conversas diarias y nocturnas sobre cualquier tema, por saber dejarme sin pensar, por hacerme temblar.

Este año que entra… será completamente sonriente. Challenge accepted.